El álbum Love. Angel. Music. Baby. de Gwen Stefani, lanzado el 23 de noviembre de 2004, es su debut como solista y un vibrante homenaje a la música pop de las décadas de 1980 y 1990. Inspirado por géneros como el dance-pop, electro-funk, R&B, y new wave, este álbum explora una estética lúdica y audaz, marcando un contraste con su trabajo previo como vocalista de No Doubt.