¡Etta es Betta que Evvah! fue lanzado en 1976, en un momento en que no dominaba las listas pero tampoco se oponía a volver a subir al Top 40.
Los diez cortes funky de este disco no carecen de bravuconería y ciertamente canta con el corazón en el que sería su último álbum de estudio para Chess Records. Esta es la primera reedición oficial en vinilo de Estados Unidos.